(Verso 1)
Recuerdo noches infinitas, charlas bajo las estrellas,
confidencias compartidas, como fugaces cometas.
Tus ojos, marrón oscuro, un universo en su mirada,
mi guía en la oscuridad, mi constelación amada.  Nuestra luz estelar, siempre unida.
(Coro)
Yo sabía que tus ojos color marrón oscuro dejarían de ser mi faro en la noche,
ahora que has encontrado tu propia galaxia.
Nuevas estrellas brillan, en tu cielo inmenso y lejano,
y nuestro brillo compartido, se ha ido apagando lento.
(Verso 2)
El tiempo, un río cósmico, que nos lleva sin cesar,
a diferentes constelaciones, un destino sin igual.
Ahora, un vacío profundo, donde antes florecía,
la luz de nuestra conexión, una dulce melodía, ahora en silencio.
(Verso 3)
Y al ver viejas fotografías, la nostalgia me invade,
recuerdo risas, sueños, momentos que no se acaban.
Cada imagen, un destello, que ilumina el ayer,
recordándome la luz, que se fue, sin querer.
(Coro)
Yo sabía que tus ojos color marrón oscuro dejarían de ser mi faro en la noche,
ahora que has encontrado tu propia galaxia.
Nuevas estrellas brillan, en tu cielo inmenso y lejano,
y nuestro brillo compartido, se ha ido apagando lento.
(Puente)
La gravedad del destino, nos separó sin piedad,
en órbitas distantes, un adiós sin final.
Y aunque la distancia crece, y mi corazón se entristece,
veo tu luz lejana, un recuerdo que se desvanece despacio.
(Coro)
Yo sabía que tus ojos color marrón oscuro dejarían de ser mi faro en la noche,
ahora que has encontrado tu propia galaxia.
Nuevas estrellas brillan, en tu cielo inmenso y lejano,
y nuestra luz, antaño unida, ahora se ha extinguido.
(Outro)
(Nueva estrofa)
Queda un rastro de polvo, de estrellas que se fueron,
un eco de la música, que ya no se escuchó.
En la inmensidad oscura, un susurro de recuerdos,
de una luz que se apagó, en silenciosos senderos.