Aunque de entrada
no te creas nada,
no porque no quieras,
sino porque sabes
que la mayoría
de la gente se disfraza,
decides apostar
por la confianza
cuando sientes
que la atmósfera
te acompaña,
y disfrutas, celebras
las buenas compañías
de las que destilas
de lo más profundo
los mejores aromas
de las almas
que realmente
te acompañan.
Tu valentía reside, pues,
en atreverte
a conocer la belleza
más allá de los trajes
con los que se presentan.